«Puerta de Atras», Neveron del Albo, Picos de Europa.
Tras un largo periodo de tiempo, en el cual la actividad de montaña deja de aportarme motivación y creatividad y pasa a ser obsoleta y vanidosa, freno estrepitosamente para poder mirar desde otra perspectiva los últimos meses de actividades. Hay en ellas un elemento común: el ruido.
«El ruido es una sensación auditiva inarticulable generalmente desagradable. En el medio ambiente, se define como todo lo molesto para el oído o, más exactamente, como todo sonido no deseado».
Regreso de nuevo a la vega de Urriello con Alberto. Hemos llegado para comer. Mini siesta y vamos camino de la oeste para escalar algo. Sino la tarde se hace eterna, y no nos apetece estar de farándula por la Vega.
Divagamos por la base de la pared en busca de alguna señal. Algo que nos haga decir que escalar. Al no haber mujeres por la base de la pared, esta señal tardamos en verla!!,
Semanas antes partíamos temprano desde este mismo lugar para adentrarnos en la » Almirante «;pero esta es otra película.
Por fin nos decidimos y nos encaminamos a la » Cherokee way» como bien dice Alberto, lo bueno si breve , dos veces bueno.
De regreso a la Vega, buscamos un vivac pero como somos unos haraganes y un poco caga prisas, nos tiramos a lo fácil. Este tipo de situaciones siempre suceden antes de una ingesta principal de alimentos, en esta ocasión fue la cena.
Productos típicos de la tierra y al saco.
Alguna vuelta de más debido al vino de Toro y a una buena ración de Cecina, jamón, chorizo y queso.
Amanecemos a ritmo de Valle. Sol en la cara y estómago rugiente.
Solucionamos con un buen café y un sobao pasiego.
La cordada cántabro\leonesa es un buen tándem, al menos para el tema gastronómico.
Salimos del bullicio de la Vega y nos dirigimos hacía la Corona del Raso. Caminamos con la sensación de salir a hurtadillas de casa. No queremos que nadie nos vea. Salimos por la «puerta de atrás.»
Al llegar a la brecha, por fin vemos la pared. Lo que de lejos parecía que tumbaba, a medida que nos acercamos es vertical, y lo vertical desploma.
Leñe!!!Los antebrazos trasladan al cerebro señales de advertencia. Y este responde con un nudo en el estómago.
Nos preparamos en silencio y empieza el jaleo.
Empezamos con la perdida de la botella de agua que se rompe y perdemos 1litro de agua. Como estamos en sombra nos venimos arriba, va!!! con un litro vamos de sobra.
Arrancamos a escalar, toca el primer largo que supuestamente es el fácil; tecnico, seguros difíciles y llegada a la reunión en plan samurái.
De aquí para arriba la cosa cambia. Cada largo tiene un pequeño tesoro y para descubrirlo hay que ir.
Llegamos a la travesía. Últimamente todas las vías que hago tienen alguna travesía. Todo un arte, y comentamos que todas van a izquierdas.
Para más INRI el único bote que teníamos de agua se cae al abrir la mochila. Esta info es para los que hacen salto base. A esta pared no vengáis… No os dará tiempo.
Llegamos al largo que motiva a Alberto. El de A0, según Cholo es posible que saliese en libre. (Unai lo encadenó días antes a vista 7b). Por fin en el último largo, 7b descendente en diagonal, espectacular y soberbio.
Un par de largos más y alguna trepada y en el alto paramos un momento a disfrutar de las vistas. Unas destrepadas y un par de rapeles nos dejan en a base de la pared. Cogemos las mochilas y con la luz del termostato encendido, salimos zumbando a saciar la sed.
Volvemos a entrar en la Vega por la Puerta de atrás, sedientos pero contentos.
Nos encontramos con conocidos, que para variar su único interés es saber dónde hemos estado y que hemos escalado (Alguna vez podían preguntar qué tal estamos) y con una mirada cómplice sonreímos y decimos que del jardín de atrás.
Salud y Tapias.